Cenas de entrenadores

Todos los que hemos sido entrenadores en El Pilar hemos disfrutado por la buena relación que hemos tenido entre nosotros, por la cercanía de Pako y por el hecho de intentar ayudar a nuestro colegio a llegar a cotas altas en cuanto a deporte se refiere.

Pero si hay algo que ha marcado y marcará a los entrenadores del "Pili", son las cenas organizadas por Pako Hernández. Yo personalmente he tenido la oportunidad de asistir a las 5 últimas cenas (a excepción de una cena que se realizó en Diciembre del año pasado), y en cada una de ellas reinaron la alegría, las risas y el buen ambiente. En un principio, las cenas se realizaban en la AA.PP. de La Salle (edificio contiguo al Ayuntamiento), pero las obras de remodelación de la zona centro de Irun obligaron a dicha Asociación a desplazarse y buscar un nuevo enclave. Y ese enclave es hoy la Txupitería Neguri, en el comedor disponible al fondo del Bar. Lo negativo de este nuevo emplazamiento son las quejas de vecinos que, ante el fuerte sonido de celebración y la imposibilidad de dormir en condiciones, han llegado a irrumpir de forma fortuita en el comedor a pedir que deslojásemos el recinto.

Anécdotas negativas a parte, las cenas, en cuanto a menú, se caracterizan por:

-Entrantes varios como jamón, paté,...
-Suculentos langostinos en salsa (receta personal de Pako Hernández)
-Solomillo o chuleta con guarnición de hongos y acompañado de ensalada
-Pasteles

Pero, lo más destacable de la cena, viendo quiénes son los componentes de la mesa, es el alcohol. El dato destacable del ágape es la cantidad de botellas de vino y, sobre todo, de sidra que podemos llegar a ingerir. Por lo tanto, no es de extrañar que el grado de embriaguez de los comensales sea alto, muy alto. Y es que la técnica conocida como "Ola", que no es otra cosa que beberse el contenido total del vaso de un solo trago, siguiendo el orden de asiento en la mesa, permite beber mucha cantidad de liquido etílico sin que uno se de cuenta.

Y tras cenar, beber, cantar canciones como las archiconocidas "Celestial niña", "Mujer de fe profunda", "Por este pan, por todo don" y demás atentados contra el gusto musical, la fiesta suele continuar el algún conocido Bar irunés, como pueden ser el Arkupe, el Izartxo o el Corner.

La noche se estira hasta más no poder, y las consecuencias pueden ser varias: Que la gente abandone la celebración nada más terminar de cenar por excesiva ingesta de alcohol, que se termine la celebración a altas horas de la madrugada, que ciertos componentes desaparezcan y al rato llamen diciendo que no saben qué hacen en un pueblo que no es Irun, o que la suculenta cena pase a formar parte del pavimento de las maltrechas calles Irunesas.

Pero lo más importante, lo que ni alcohol ni locuras varias podrán jamás empañar, es la bondad y la calidad humana de todos aquellos que hemos sido, somos y seremos parte del entramado deportivo del colegio El Pilar.